Aunque a much@s de vosotr@s os lo puede parecer, los succionadores de clítoris no son juguetes sexuales nuevos. Los primeros succionadores se empezaron a comercializar hace ya 8 años. Su conocimiento y éxito de ventas ha sido limitado por varias razones.
La primera razón es la ausencia de la clásica forma fálica. Todo mundo identifica los vibradores con la forma de un pene, pero nadie se imagina que un instrumento que se parece más a una pipa o a una llave inglesa cool está destinado a proporcionar increíbles orgasmos femeninos. El estereotipo habitual es que un buen orgasmo se obtiene solo a través de la penetración, cuando la realidad del placer femenino es otra.
El segundo motivo por el que se desconocían los succionadores de clítoris es que muchas mujeres no percibían el orgasmo como algo suyo, algo bonito y natural que les puede ofrecer solo su propio cuerpo. Algo de lo que se pueden beneficiar, y mucho…y además es gratis:) La sociedad mayoritaria ha ignorado desde siempre la cultura de la masturbación femenina. Era un tabú en toda regla incluso entre las propias mujeres que la practicaban habitualmente. Si un orgasmo femenino no era consecuencia de la relación entre una mujer y un hombre, no era algo digno de comentar y podía ser percibido hasta como algo malo e incorrecto. Hoy en día estas voces están en minoría y forman parte del pasado. Aunque la batalla no está todavía ganada del todo.
Y el tercer motivo es la moda: a veces un producto o un hábito se vuelven populares o virales y a veces no. Nadie conoce el secreto, el ingrediente mágico que es necesario o los astros que se tienen que alinear para que un succionador de clítoris triunfe entre otros o caiga en el olvido. Afortunadamente, vivimos en la época de la revolución sexual femenina y los succionadores de clítoris se están haciendo un hueco importante en las casas de un gran número de mujeres.